El protagonismo de los jóvenes creadores en la cultura de Ciego de Ávila resalta por la sistematicidad y la coherencia en la concepción de su programación.

Un ejemplo de ello es su jornada "Todo por el Arte” durante la cual la más joven vanguardia artística avileña protagoniza una contienda estratégica, cuya victoria definitiva, más que en una fecha concreta, radica en la continuidad perseverante de sus hacedores.

Batalla sin balas, ni fusiles, sino de ideas y de principios que desde el más universal de los lenguajes: el de la espiritualidad del arte, precisa impregnar  más en la razón y en el alma de todos los públicos, sobre todo, el más joven.

No se trata de la iconoclasta concepción del arte por el arte, sino de su militancia social, de su carácter ancilar, de la martiana utilidad de la virtud.

Continuidad y compromiso, diversidad y vanguardia  habrán de ser los pares dialécticos que dinamicen su cruzada, pues los efectos subversivos del consumismo banal continúan calando, cada vez más en nuestra sociedad.

Evocar un hecho histórico o una conmemoración del pasado en el presente es siempre una lección dialéctica utilísima, pero el Día de la Cultura Cubana habrá de ser todos los días para que cantos de sirena no empeoren la odisea de esta travesía mundial globalizada.

Al decir de un nuevo ingreso de la Asociación Hermanos Saíz, el trovador venezolano César Brown: “Lo bueno de lo malo”, lo cual traducido en buen materialismo dialéctico es la ley de la negación y lucha de contrarios.

Por una cultura cubana, heredera de lo más auténtico de nuestra identidad, se proyecta cotidianamente la Asociación Hermanos Saíz en Ciego de Ávila.