Cabezal Acontecer Elimina el Bloqueo ElMundoDiceNo1

    Una Feria con luz, a pesar de todo

    Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
     
    Valoración:
    ( 0 Rating )
    Pin It

    Ya quedó atrás la Feria del Libro provincial, del 14 al 17 de marzo. Más allá de lo que se hizo bien, lo que se pudo hacer mejor, o lo que puede perfeccionarse para el futuro, algo no debe obviarse: fue una verdadera valentía llevarla a cabo en medio de la situación económica que atraviesa el país; y aún más, a pesar de las condiciones financieras precarias contra las que ha tenido que lidiar el Centro Provincial del Libro y la Literatura (CPLL) en los últimos meses.

    Una Feria con luz, a pesar de todo

    “En verdad se tuvo que poner mucho corazón para lograr las cosas, porque el CPLL está en una situación atípica, sin presupuesto. Tuvimos, en parte, el apoyo del Gobierno de la provincia, pero nos costó hacerla”, nos dice Yanelis Santos Nieves, directora del CPLL. “Tengo que destacar el apoyo de las editoriales nacionales del Instituto Cubano del Libro (ICL), en cuanto a tener las novedades aquí en Ciego de Ávila, y el del personal nuestro, que son unos héroes”.

    Natacha Cabrera Cepero, directora del Centro de Promoción Literaria Raúl Doblado del Rosario (CPL) y Ediciones Ávila, lo reafirma: “Concuerdo con Yanelis, nuestra gente trabajó mucho y también creo que son los héroes de la Feria. Fue decisiva, igualmente, la colaboración de la Dirección Provincial de Cultura, que estuvo a pie de obra todo el tiempo, eso debe señalarse”.

    Ellas son las que mejor pueden caracterizar lo que pasó en esos cuatro días: Yanelis y Natacha, dos mujeres que dirigen los destinos del Libro y la Literatura en nuestro territorio con alegría, solidaridad y una alta dosis de sacrificio. Imagínenlas bebiéndose una taza de café a sorbos mientras responden.

    —Yanelis, ¿calificarías la Feria del Libro 2024, en Ciego de Ávila, de exitosa?

    —Yo no la calificaría de exitosa, no por completo; aunque tuvo muchas cosas buenas. También hubo condiciones que lastraron la Feria, como la falta de energía eléctrica. Por ello las actividades artísticas estuvieron muy limitadas.

    “Pero por la parte de la literatura, para mí sí fue un éxito. Las conferencias, las presentaciones, el trabajo que hicieron los invitados; los talleres que se dieron, que fueron muy beneficiosos para muchas personas interesadas en ello.

    “La labor de la Sociedad Cultural José Martí en el Museo Provincial fue brillante, al igual que la de los historiadores en el Archivo Histórico, que traspasaron las puertas de esos dos locales. También las visitas a las escuelas y el trabajo con los talleres literarios avileños El Rincón de los Cronopios y el de Poesía Rimada Noches blancas’.

    “Fue estupendo el homenaje a nuestra escritora y editora Carmen Hernández Peña; así como al verso improvisado y la música campesina, encarnados en la Casa de la Décima Raúl Rondón y su director Armando López Rondón, quien hasta hizo una presentación en décimas para la inauguración de la Feria.

    “Logramos que nuestro sello editorial presentara el libro La décima canta y ríe, del poeta majagüense Gilfredo Boan Pina, no en la Plaza Ciego del Ánima el sábado, como se había planificado —porque el largo apagón de la tarde no lo permitió—, pero sí el domingo en la mañana en el Área Martiana, y causó sensación.

    “Entonces, para mí, lo que más afectó a la Feria fue el déficit de electricidad. Fue una feria silenciosa, en ese sentido; y mucha gente ni sabía que había Feria del Libro”.

    —A propósito del Área Plaza Ciego del Ánima, por las opiniones que he escuchado, muchas veces los presentadores y autores se quedaban solos, casi sin público o con uno poco interesado.

    —Yo creo que la Plaza Ciego del Ánima hubiera funcionado muy bien de la forma en que estaba concebido su programa, pero sin corriente eléctrica eso era muy difícil. La parte de los niños, por las mañanas, estaba fatal sin música, igual que por las tardes. Yo pienso que es un lugar muy bueno para las presentaciones, no obstante, por sus condiciones acústicas, sin poder usar micrófono y equipos de audio es muy difícil que en ese espacio haya propuestas que llamen la atención.

    —Como principal responsable del programa, ¿coincides con esa opinión, Natacha?

    —Sí, estoy de acuerdo. Para la Plaza Ciego del Ánima se planificó un grupo de actividades que mantuvieran el atractivo del área, intercalando actividades culturales entre las presentaciones, lo que garantizaba un público para la presentación siguiente. Pones una actividad infantil, o el circo, para presentar después un libro infantil, y ya tendrías allí a los niños; tendrías el público necesario para hacer la presentación, y luego otra actividad infantil. Sin embargo, por los apagones no se pudo hacer de ese modo, y entonces se quedaban las presentaciones vacías, porque cuando venía la corriente ya no se podía esperar más tiempo, y entonces no había una actividad previa que atrajera al público. Además, el problema con el combustible también afectó la transportación de las unidades artísticas.

    “No obstante, hubo varias presentaciones allí que tuvieron una buena cantidad de público, sobre todo, en los ratos que había corriente y ocurría esa interrelación entre una actividad cultural y una presentación de libros. Eso funciona muy bien cuando puede hacerse de manera correcta. Y cuando hablo de público, me refiero al espontáneo, no solo a los escritores que participan en la Feria y asisten a las presentaciones de sus colegas, sino al público general, a la familia, que sí asistieron, pero a ratos; en muchos otros momentos estaba la Plaza vacía.

    “De cualquier modo, fue allí donde se presentó el libro Guardianes de Cassinga. La epopeya de los avileños, que fue un gran acontecimiento, con más de 200 personas escuchando tanto al presentador, Rafael de Águila, como a los autores de la investigación, Yeniska Martínez Díaz y Dagoberto Massip Puentes, todos visiblemente emocionados. Entre el público había héroes de Cassinga, combatientes que estuvieron allí en ese momento hace 46 años, familiares de los caídos, autoridades del Partido y el Gobierno provinciales; y el embajador de Namibia en Cuba, Excmo. Sr. Samuel Hendrik Goagoseb, junto a su esposa Esther Goagoseb. El embajador contó anécdotas, como el hecho de que él debía haber estado combatiendo allí en ese momento, mas no estuvo por casualidad, porque lo habían mandado a otro lugar poco antes, a estudiar Español; y luego fue uno de los primeros estudiantes angolanos en Cuba, en 1978.

    “También allí, en la mañana del sábado, el día que dedicamos a la décima, los niños repentistas crearon un ambiente fabuloso, leyeron e improvisaron décimas, el público les ponía pies forzados…, y el espacio se llenó hasta más no poder de niños, de adultos, de gente que pasaba y se quedaba; estuvo muy hermoso”.

    —¿Qué otras áreas fueron muy afectadas por los apagones de esos días?

    —El Área Digital nunca pudo funcionar en toda la Feria; no llegó ni a terminar de montarse, porque realmente no merecía la pena el gasto para tan poco tiempo de servicio eléctrico. No funcionó tampoco el área de descargas, porque los apagones coincidían con los horarios de mayor afluencia de público y en que estaban planificadas las actividades.

    “El Portal del Escriba, que era otra área de presentaciones, ubicada en las afueras de la Librería Ateneo Juan Antonio Márquez, tuvo que llevarse hacia adentro del local porque no había cómo conectar los equipos de audio para que la gente pudiera escuchar. Esas presentaciones, sin embargo, tuvieron un público bastante fiel, pero, ya te digo, mayormente los escritores, porque son los que van allí, al Café Literario; el público espontáneo, ese que llega, pasa y se queda a escuchar, creo que era poco.

    —Esta Feria tuvo excelentes invitados. ¿Qué opiniones les ofrecieron? ¿Cómo se sintieron aquí?

    —Las opiniones que recibimos de los escritores invitados fueron casi todas coincidentes en que esta ha sido una Feria muy buena para ellos, se sintieron bien atendidos en la provincia y cumplieron cada uno con los objetivos de su programa; y eso es una satisfacción, por supuesto.

    “En el caso de Ediciones La Luz, que era la editorial invitada, se esperaba que tuviera un protagonismo importante en el Área Digital, lo que no funcionó, como ya te había explicado; pero en el resto de sus actividades todo fluyó muy bien. Por ejemplo, en las presentaciones de su catálogo impreso se vendieron todos los ejemplares que trajeron”.

    —Y, desde el punto de vista comercial, ¿cómo estuvo la Feria, Yanelis?

    —El plan de venta era de 600 000.00 pesos y lo sobrecumplimos; se vendieron un total de 38 129 ejemplares para un importe de 665 857.00 pesos. En relación con el año anterior, fueron 8692 ejemplares vendidos y 23 064.00 pesos más. Es decir, que logramos cumplir los objetivos económicos. Aunque, te aclaro, con este plan no cubrimos los gastos de la Feria; por muy modesta que haya sido, los gastos sobrepasaron esos 600 000.00.

    —La actividad agitada del CPLL no terminó el domingo 17 de marzo. ¿Cuándo serán las ferias municipales?

    —Ya empezaron, el 20 de marzo, en el municipio de Venezuela; después vendrá Morón, del 27 al 31; y las demás serían en el mes de abril. Antes del 23 de abril, Día Mundial del Idioma y Día Internacional del Libro, ya habrán terminado todas las ferias municipales.

    —Tras todo lo que me cuentan, y lo que viví como participante, yo diría que fue una Feria con luz, a pesar de los apagones.

    —“Sí, lo fue, a pesar de todo”, concuerdan a coro mis dos entrevistadas, y brindamos, cada una con otra taza de café.

    Escribir un comentario

    ¿Con qué frecuencia accede al Portal del Ciudadano?
    ¿Cómo valora la calidad y el funcionamiento del sitio?
    ¿Qué secciones visita de nuestro portal?
    A su juicio, nuestro portal debería enfocar la prioridad de trabajo en: