Las noches más románticas del año acaban de transcurrir en la Ciudad del Gallo y, nada menos que dedicadas a la memoria de Jorge Nilo Marín, decenas de intérpretes moronenses y del resto de la provincia regalaron al público canciones del ayer y el hoy.
Boleros de Oro se consolida como uno de los eventos populares y tradicionales más importantes de la vida cultural de la ciudad de Morón, a pesar de que no brille con los destellos de hace diez años.
El viernes 28 y sábado 29, el teatro Reguero abrió las puertas a boleristas y público, acompañados todos por la ilustre Orquesta de Oro, que integran, como cada año, los músicos de la Banda Municipal de Conciertos.
Las voces de Lucy Safonts; Ailso Echavarría; Alis Torres; Dayibi Luna; Elinor García Socarrás; Yorlanis, el Sinsonte de Cunagua; José Carlos Alfonso, y el queridísimo Nelson Mora, prestigiaron el escenario. Para Nelson Mora y Belarmino Quiñones fueron los reconocimientos de viernes y sábado, por sus largas y prolíficas carreras musicales.
La historia de este festival es larga y feliz. A principios de los 2000 se celebraba en el cine San Carlos y llenaba el lunetario de un público atraído por artistas de todo el país. Hoy, ni siquiera la pandemia, la falta de espacios o las estrecheces económicas han logrado extinguir del todo la pasión por el bolero.
Esto no deja de causar nostalgias o añoranzas por todo el brillo y la producción que hacían del evento una tradición de importancia en el pasado, desde escenografías y decorados hasta la elegancia y uniformidad en el vestuario de la Orquesta, que esta vez se han echado en falta.
Jorge Nilo Marín, quien falleciera en enero de 2022, fue el principal promotor del movimiento de amantes del bolero en Morón, además de locutor y director de programas en la radio municipal.
A un año y medio de su pérdida, el festival aún persiste en agasajar a un género musical cubano de los más hermosos del mundo, y, en justicia, pasa a llamarse Boleros de Oro, Jorge Nilo Marín in Memoriam.