Los beneficios de la implementación en Ciego de Ávila del proyecto internacional Euroclima comienzan a notarse en la medición más precisa de los parámetros del ciclo hidrológico, y en elementos que posibilitarán un mejor aprovechamiento de los reservorios de agua potable.
Rafael González-Abreu Fernández, coordinador provincial de esa iniciativa promovida por la Unión Europea, dijo a Invasor que se instalaron con éxito 17 equipos que miden niveles de los pozos y el registro de las lluvias, en el que participaron especialistas del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos de conjunto con los especialistas avileños, quienes fueron entrenados en el proceso, para garantizar la sostenibilidad del mantenimiento y operación de la moderna tecnología.
En el caso de Ruspoli, una de las principales fuentes de abasto a la cabecera provincial, especifica que se realizó el montaje de un pluviógrafo, el cual permite medir la lluvia, su intensidad, frecuencia y duración, además de un equipo sensor de niveles del acuífero.
Con esa combinación, los especialistas conocerán cuando empieza a llover y el momento en que la cuenca subterránea comienza a reaccionar a las precipitaciones.
El reporte de tales variables en tiempo real, sumado a la definición de los tiempos de retardo entre las lluvias que caen en la zona de alimentación de Ruspoli y la respuesta del acuífero con diferentes parámetros en su zona de extracción, en lo que actualmente trabajan, será un paso significativo en las investigaciones del agua subterránea y su comportamiento, comentó el también especialista principal de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico Ciego de Ávila.
Explica González-Abreu Fernández que lo expuesto anteriormente lo obtenían de manera empírica, gracias al conocimiento acumulado de mucho tiempo, pero con el funcionamiento del moderno equipamiento donado por Euroclima se facilitará mucho, en buena medida al alto nivel de información ofrecida por estas tecnologías, que permitirán dar un vuelco total a la hidrología de esta provincia, sobre todo en las investigaciones del agua subterránea y su comportamiento.
Viaje al centro del acuífero
Con más de 800 millones de metros cúbicos, las cuencas de aguas subterráneas de Ciego de Ávila son garantía para el desempeño normal de la economía y la sociedad, sin embargo, períodos recurrentes de sequía las ponen en riesgo.
Entre las novedades del proyecto internacional está el entrenamiento de especialistas para el uso de un flujómetro ultrasónico, que se aplicará en la hidrometría, relativa a la medición de la explotación de los recursos hídricos controlados por Aprovechamiento Hidráulico en territorio avileño, añadió.
Con ese equipo se calibrarán los hidrómetros de los clientes altos consumidores de la provincia, lo cual redundará en más precisión en el control de los volúmenes de entrega y consumo en la agricultura, industria y abasto humano.
“Una de las debilidades que tenemos en la gestión del recurso es que, por ejemplo, en la Agricultura existen miles de pozos, pero ninguno con permiso de extracción, como establece la Ley de aguas terrestres. Ahora vamos a ajustar eso a través del moderno equipamiento para conocer en detalle parámetros del pozo como su profundidad y de los impelentes, diámetro de la camisa y de la tubería de descarga, volumen autorizado a extraer y la capacidad”.
La convergencia entre proyectos de investigación ocurrirá también; pues, de forma experimental, se instaló en la zona de Peonía un equipo de medición con sensor de salinidad en aguas subterráneas que, de dar buenos resultados, se espera entonces la entrada a través del proyecto Mi Costa de seis de estos equipos para sus respectivos pozos a lo largo y ancho de la línea de costa de la vertiente sur avileña.
“Serán una especie de seis policías para el control y vigilancia, que nos llevará a emitir criterios de la calidad del agua y de la intrusión salina”, concluyó el también hidrogeólogo y máster en Gestión Ambiental.