Una gesta inolvidable

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    Hace 59 años, en alta mar, el deporte cubano vivió uno de los momentos más emotivos de su historia.

    Pocas veces en la historia del deporte se ha vivido una gesta tan emotiva como la que tuvo lugar en junio de 1966, el 10 de junio, a unas tres millas de las costas de esa isla, la comitiva cubana aprobó de forma unánime un documento que la historia recogería posteriormente como Declaración del Cerro Pelado. Leído por el director del Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación (Inder) y jefe de la delegación atlética de la Mayor de las Antillas, José Yanusa, en el documento se denunciaba ante el mundo la irracionalidad de las medidas y provocaciones del gobierno norteamericano para impedir que Cuba pudiese participar en la cita multideportiva.

     De la valiente actuación de las Marianas en este combate, Fidel destacó en el parte de guerra: «El pelotón de mujeres rebeldes, Mariana Grajales, entró en acción por primera vez en ese combate, soportando rmemente, sin moverse de su posición, el cañoneo de los tanques  Sherman».
     
    El combate de Cerro Pelado fue una victoria del Ejército Rebelde. Las Marianas respondieron a la confanza que Fidel había depositado en ellas, supieron corresponder al heroísmo y las glorias pasadas como se lo propusieron cuando escalaron las montañas. Acompañando al destacamento rebelde que mostró tanto arrojo en aquella acción, sintiendo el dolor por los compañeros caídos y el orgullo de haber combatido junto a Fidel, ahora volvían a la serranía a continuar la vida guerrillera hasta que las circunstancias les depararan el próximo combate, aunque el del Cerro Pelado quedó por siempre grabado en sus memorias por ser el primero.

    cerro pelado 1