Reinerio Díaz Betancourt, director de la UEB, dijo a Granma que la recuperación del varadero fue con recursos propios y la entrada en funcionamiento, luego de permanecer inactivo durante una década, es un paso esencial en el progreso de la organización que dirige al aumentar el número de los medios de pesca.
Citó entre las principales acciones la recuperación de unos 100 metros (gran parte de ellos sumergidos en el agua) de líneas férreas que soporta la cuna encima de la cual descansa el barco; también la fabricación en la propia unidad de las patecas (especie de rondanas), imprescindibles para el correcto funcionamiento de la estructura, certificada para soportar hasta 130 toneladas de peso.
«Desde abril pasado, precisó, no tenemos que trasladar las embarcaciones hacia los astilleros de Manzanillo, en Granma, o Cienfuegos, ambos en la costa sur de Cuba, muy distantes de nuestra unidad».
Citó como otras de las ventajas la mejor planificación de las reparaciones de los buques y la prestación de servicio —de acuerdo con la disponibilidad de recursos y las prioridades— a terceros, en lo fundamental a las embarcaciones del sector del Turismo y las pertenecientes a personas naturales, también dedicadas a la extracción.
La terminación de las ocho embarcaciones en poco más de cuatro meses —la novena está en fase de terminación—, comentó el directivo, eleva el coeficiente de disponibilidad técnica de la flota y, por ende, constituye un impulso al sector pesquero avileño.
El inicio de las reparaciones de los barcos dedicados a la extracción del camarón, de mayor porte que los escameros, constituye el propósito más atrevido del colectivo de técnicos, especialistas y pescadores de la unidad, pues de enviarlo a astilleros foráneos, tardarán en volver al mar seis meses o más, mientras que si los trabajos los realizan por esfuerzo propio ese lapso de tiempo se acorta a un mes, según argumentaron directivos, especialistas y patrones.
Portal Avileño confirmó que, hasta julio del 2020, Pesca-Júcaro, la flota más importante de la provincia, dedicada, además, a la pesca de la sierra, que sustituye importaciones y a la captura del camarón, extrajo solo 26 toneladas de esta última especie y en ese mismo período del presente año, con una mejor organización del flujo productivo, la cifra aumentó a 68, pese a laborar solo 65 de los 180 días de campaña, en lo fundamental por falta de combustible.