Cerrar el año 2024 con una tasa de mortalidad infantil de 5,8 por cada 1000 nacidos vivos, la mejor de los últimos cinco años y la número 13 en la historia de la provincia de Ciego de Ávila, desde 1977, habla de esfuerzo, calidad en la atención médica, trabajo intersectorial y voluntad política, sin embargo, no esconde la insatisfacción del personal de salud, cuando en números absolutos ello significó 16 fallecidos en el período y se obtuvo con 1121 nacimientos menos que en el año precedente.
El doctor Osvaldo Antonio Ondarza Vergara, director de Atención Médica y Medicamentos en la Dirección Provincial de Salud en Ciego de Ávila, reconoció que la provincia ha obtenido mejores indicadores en otras etapas, pero aunque falta por hacer, hoy cuentan con calidad humana y profesional para seguir apostando por la salud materna infantil y el cuarto lugar que ocupan en el país actualmente da fe de ello.
En conversación con Invasor, explicó que la mortalidad materna, un indicador fundamental dentro del programa, fue de 36,2, menor que en el 2023, resultado de la implementación de acciones orientadas desde el Ministerio de Salud Pública, con un impacto positivo.
Una de esas tareas fue la creación de grupos de expertos de acuerdo con la edad que tiene incidencia en la mortalidad infantil, los cuales mantuvieron el monitoreo en los dos hospitales provinciales y en las interconsultas para los niños y madres con morbilidad. Además, se hizo análisis colectivo de todas las pacientes, para la evaluación integral de los casos por los profesionales de mayor experiencia, señaló.
De igual forma, se evaluó a todas las embarazadas entre las 24 y 32 semanas de gestación, de manera integral, con la participación de pediatras (en caso de adolescentes) gineco-obstetras, nutricionistas y especialistas de medicina interna, para identificar a tiempo factores de riesgo de prematuridad, criterios para ingreso en hogares maternos u hospitales, así como necesidad de interconsultas con instituciones nacionales como el Centro Nacional de Genética para los casos de defectos congénitos, lo que permitió adoptar conductas preventivas.
Ondarza Vergara subrayó que también se ingresaron a todas las gestantes con más de 36 semanas que vivían en lugares aislados para evitar partos extrahospitalarios y, aunque hubo negativas a los ingresos en algunos casos, esta medida contribuyó a disminuir la morbilidad y propició una rápida atención al momento de ponerse de parto.
Igualmente fueron valorados todos los niños menores de un año, de riesgo pediátrico, de forma multidisciplinaria por pediatría, sicología, genética, trabajo social y nutrición en todos los policlínicos de la provincia, lo que permitió identificar infantes con criterio de ingresos o tratamiento con otras especialidades, de acuerdo con las patologías que tuvieran asociadas.
Precisó, como aspecto importante, el uso óptimo de las camas en los hogares maternos, que habitualmente tienen una ocupación relativamente baja, pero en el último trimestre del año aumentó la cantidad de ingresos para hacer posible que más mujeres recibieran una atención diferenciada accesible, con la atención sistemática de un médico.
El directivo recordó que la provincia cuenta con nueve hogares maternos, aunque hay tres municipios que no disponen de ese tipo de instalación: Florencia, que tiene uno en construcción, por lo que las gestantes de esa localidad se ingresan en Chambas, lo cual implica cierta resistencia debido a la lejanía de los familiares y los problemas de transporte; Bolivia, que utiliza 10 camas de ingreso en el policlínico local, aunque no tiene el confort y características idóneas y Primero de Enero, que ya tiene definido un local, el cual requerirá adaptación en su estructura.
Otra acción que tributó al resultado del Programa Materno Infantil fue la existencia de un sistema de apadrinamiento por los Consejos de Dirección de la provincia y los municipios, así como por los estudiantes de la universidad para visitar tanto a las gestantes como a los menores de un año de alto riesgos, junto a los equipos de salud y personal de los consultorios del Médico de la Familia para evaluar diariamente su evolución y trasmitirles la importancia del cuidado y de lo que se puede o no hacer a favor de la salud de la embarazada y de los futuros bebes.
Retos y prioridades en el 2025
Es una prioridad para el trabajo del sector en el territorio lograr que este año cada municipio cuente con al menos un hogar materno, afirmó Ondarza Vergara, a la vez que reconoció como uno de los problemas a enfrentar, el embarazo en la adolescencia, el cual se incrementó del 20,4 por ciento en el año 2023, al 22,2, por ciento en el período que acaba de concluir.
La gestación de jóvenes menores de 18 años constituye hoy una preocupación para el sistema de salud y hay 6 municipios que inciden de manera significativa en los incrementos de este indicador: Baraguá, Ciego de Ávila, Florencia, Bolivia, Morón y Primero de Enero, este último con un 35,4 por ciento de las embarazadas captadas menores de 18 años. Otros municipios como Chambas, Ciro Redondo,Majagua y Venezuela disminuyeron la cifra en comparación con el año anterior.
Este tema, subrayó, hay que evaluarlo de manera integral pues son muchos los factores que inciden en los resultados, entre ellos la auto responsabilidad y el papel de la familia, ya sea de zonas rurales o urbanas, su disfuncionalidad, desventajas intelectuales o sociales y el comportamiento de los padres, entre otros.
Además, se precisa de acciones intersectoriales, como la preparación desde la escuela, la promoción y educación de la salud entre los estudiantes, para explicar que en las adolescentes no está totalmente preparado el aparato ginecológico para enfrentar un embarazo por lo que ese hecho también incide en la morbilidad de los infantes menores de un año.
Tiene que ser una proyección muy fuerte a trabajar en el 2025 el embarazo en la adolescencia, un fenómeno que afecta en mayor grado desde Ciego de Ávila hacia el Oriente y que en los últimos años ha ido en incremento en la provincia, asociado a la migración interna, puntualizó.
El director de Atención Médica y Medicamentos en la Dirección Provincial de Salud reflexionó sobre la importancia de dar un seguimiento minucioso a ese problema que también se continuará arrastrando en el presente año, agravado por un importante número de niñas entre los 12 y 14 años de edad embarazadas, lo que incrementa los riesgos durante la gestación.
Mientras menores son, subrayó, mas grande es el peligro, por eso hay que seguir fortaleciendo el trabajo educativo y aplicando todas las variantes para llegar a las jóvenes con dinámicas de grupo, club de adolescentes que traten esos temas sin prejuicios u otras iniciativas en las escuelas.
Sin desánimo, estamos conscientes de todo lo que hay que seguir haciendo para disminuir estos indicadores, afirmó.
Aseguramientos también importantes
El sector de la salud, dijo, ha sido beneficiado en los últimos años con un movimiento constructivo alrededor de las instituciones hospitalarias, así como de los hogares maternos y consultorios médicos en los municipios, impulsado por el propio organismo y las autoridades políticas y del gobierno en el territorio, lo que ha permitido mejorar la infraestructura relacionada con el programa materno infantil.
En ambos hospitales se trabajó en las salas de gestantes y cuidados perinatales, que mejoran las condiciones de las que deben ingresar , en tanto, desde el punto e vista higiénico epidemiológico , se hicieron importantes acciones para la garantizar el agua y otros aspectos vitales que evitan la sepsis en embarazadas y niños.
Ondarza Vergara reconoció que, aunque quedan aspectos pendientes, es notable el esfuerzo realizado y el aporte de entidades estatales, trabajadores por cuenta propia y Mipymes que se vincularon a los hospitales y trabajaron arduamente en las mejoras de la infraestructura.
Asimismo, en los municipios sobresale el apoyo de cooperativas y campesinos para fortalecer la alimentación en los hogares maternos con entregas sistemáticas de frutas, viandas y carnes. Se destaca en ese empeño la localidad de Majagua con un sistema bien planificado y controlado, que contribuye al estado nutricional de las embarazadas y de los futuros bebés.
Lo más importante para el 2025, resume el directivo, es seguir fortaleciendo el sistema de atención primaria de salud, pues es allí donde se realiza la captación de las embarazadas. Por eso resulta vital cubrir las plantillas de los consultorios y garantizar la permanencia del personal en esos locales, en aras de continuar la labor en ascenso del año 2024.
En segundo lugar debe estar la preparación científica, para elevar la capacidad de los médicos, ya sean de la atención primaria como secundaria y el completamiento de los grupos básicos de trabajo, pues como en otros sectores, también hemos tenidos éxodo de profesionales del sistema de salud, que ha motivado la ausencia de especialistas en esos equipos, acotó.
En este 2025, se prioriza la certificación de especialistas de Medicina General Integral, Pediatría, Gineco-obstetricia y Medicina Interna, que mejorarán la calidad de la atención médica y se seguirá trabajando la intersectorialidad, ya que todos los organismos de la Administración Central del Estado tienen incidencia y funciones en el Programa Materno Infantil.
Será responsabilidad de todos sacar las reservas que aún quedan por explotar y velar por los resultados de un programa que Cuba muestra con orgullo al mundo como uno de los mayores logros de la Revolución a favor de la vida y el bienestar del ser humano.