Aunque en la provincia se realizan diversas acciones para el control de precios, deben ser mucho más profundas porque la efectividad no es la deseada al manifestar la ciudadanía su malestar, con razón, ante su ascenso desenfrenado, trascendió de un encuentro de las autoridades vinculadas al tema con funcionarios del Comité Central del Partido como parte de la reciente visita de ese órgano a Ciego de Ávila.
En la cita, Bárbara Guerra Pérez, miembro del Buró Provincial del Partido, señaló que la concertación de precios tiene que ser diferente, convocar a todas las formas productivas y no a unas pocas como sucede a veces en la práctica.
“No puede ser que el pueblo pague por nuestras insuficiencias, ante esto se precisa de recurrir más al control popular para contrarrestar las lagunas del trabajo de las autoridades”, comentó.
“La oferta existe, pero la demanda no se corresponde. Los altos precios hacen también que la población compre menos. Muchos dicen que en Ciego de Ávila hay comida, pero no tanta como se piensan. Son varios los factores que influyen, por ejemplo, si la Empresa Agropecuaria La Cuba estuviera en mejores condiciones (actualmente opera con pérdidas) el plátano no estuviera a siete pesos la libra”, dijo Bárbara Águila Reyes, funcionaria del Comité Central del Partido.
Como parte del análisis, Alexis Hernández Marrero, presidente del comité provincial la Asociación de Economistas y Contadores de Cuba, señaló que es de índole multifactorial en el que están presente todos los tipos de inflación, además, los precios de referencia están altos, existe competencia extraterritorial (provincias que compran el mismo producto a un mayor valor que aquí), exceso de personal en las plantillas y otras como deficiencias en el aprovechamiento de las normas de tiempo y consumo material.
La vicegobernadora Ania Rosa Francisco Malde señaló que las entidades no deben subir los precios de manera lineal, sino a través de un análisis económico fundamentado, algo que se logró de cierta manera a tenor del inicio de la Tarea Ordenamiento y que puede trasladarse al escenario actual.
Persisten también ilegalidades como personas que compran en las tiendas, ante la ausencia de un mercado mayorista, en complicidad con los dependientes, sin necesidad de hacer colas y trasladando una oferta a otro lugar con su encarecimiento para el pueblo.
Además, sobre el trabajo de las comercializadoras mayoristas en moneda libremente convertible, fundamentalmente en productos alimenticios cuyos altos precios luego se trasladan a la población, se dijo que la de la corporación CIMEX viola la resolución ministerial vigente rigiéndose por una directiva propia, no sucede así en el caso de la Comercializadora ITH S.A, perteneciente al Ministerio del Turismo.
El llamado fue a ver el problema de manera integral, de modo que se sustituyan las medidas de corte administrativo por otras económicas financieras, sin olvidar como eje fundamental el control popular del fenómeno.