Con el Latir Avileño presente como colaboración nos expresamos en homenaje al natalicio 171 del Apóstol,
quien se adelantó a nuestro tiempo aunque permanece en el polvo, el cráneo pensador vive perpetuamente y están latentes los pensamientos que en él se elaboraron.
José Martí, el más universal de todos los cubanos logró disipar las angustias del fracaso del plan conspirativo de Fernandina y el 24 de febrero de 1895 supo unir voluntades de los cubanos para iniciar lo que llamó la Guerra Necesaria. Preso y desterrado después, su vida y obra estuvieron al servicio de Cuba. Sus ideas revolucionarias permanecen en el tiempo y han servido de guía para el desarrollo de la Revolución Cubana, su pensamiento fue el conspirador del asalto al cuartel Moncada. Mella con Carlos Baliño fundó el primer partido comunista como continuidad. De él dijo Fidel “…nadie hizo tanto en tan poco tiempo”. Recordemos que Martí refutando explicitadamente a los déspotas de 1880 llamó al verdadero jefe de las revoluciones: El pueblo, la masa adolorida.
Por su Patria el Apóstol espoleó su caballo hacia un matorral que crecía a unos metros del Contramaestre entre un corpulento dagame y un copudo y ramoso fustete. Se desapareció, pero no desapareció su pensamiento.
I
En el Presidio Modelo
le picó piedra al burgués,
con grilletes en los pies
el sol le quemaba el pelo.
La madre imploraba al cielo
ante el altar en el centro.
El padre lloró por dentro
las penas de la familia;
lo ve y con él concilia
en un memorable encuentro.
II
Este veintiocho de enero
en Cuba la Patria libre,
hace hito de su calibre
confiada en su derrotero.
Martí vislumbró el sendero
de un futuro en sociedad.
¡Patria es humanidad!
fue su signo y trayectoria,
coronado por la historia
sus sueños de libertad.