Aunque sus efectos no sean notables en un corto espacio de tiempo, la sequía hidrológica en Ciego de Ávila es, actualmente, una problemática real. Los pronósticos anuncian que durante los meses siguientes continuará. Es ahora el momento de crear conciencia porque luego podría ser tarde.
Que los índices de precipitaciones en el período de escasas lluvias ―que se extenderá hasta abril― superen incluso la media histórica no tiene significación. O sí, significa que de ese modo dejaron de ser severas las sequías agrícola y meteorológica, señala Oscar Benedico Rodríguez, director del Centro Meteorológico Provincial.
Dicho de otra forma, el pasto puede poseer un verdor más reluciente y entonces la población imaginar que las disponibilidades de agua aumentaron en gran medida, pero no fueron suficientes las lluvias para la recuperación del manto freático y los embalses.
Según los estimados, para el trimestre de agosto-septiembre-octubre ascenderán los acumulados de precipitaciones; sin embargo, tampoco producirían una disminución considerable de la sequía hidrológica, presente desde los últimos 15 meses… y más.
De hecho, Rafael González-Abreu Fernández, asesor técnico en la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico de Ciego de Ávila, considera que desde inicios de la década notablemente comenzó a decrecer el volumen del líquido en los acuíferos de la provincia.
Preocupante es que el estado de la sequía hidrológica podría agudizarse, incluso, en los meses de mayo y junio, teniéndose en cuenta que los estimados de precipitaciones para entonces serán menores respecto a lo habitual en la misma etapa del año, debido al impacto del evento ENOS El Niño, dijo en rueda de prensa con los medios locales Benedico Rodríguez.
“El evento El niño conduce a un incremento de los sistemas frontales, a la actividad de precipitaciones asociadas a los frentes fríos, pero eso no es lineal, no es todos los días ni con acumulados significativos. Un frente frío que pase, como el de principios de noviembre, muy activo desde el punto de vista lluvioso, prácticamente ha decidido los números de estos meses. La matemática tiende a engañar y eso es lo que a nosotros no nos puede pasar”, explicó antes a Invasor.
La presente y futura situación, por ende, afectará al sector de la agricultura durante esta campaña de frío, máxime cuando en la actividad de riego se prevé el uso del 79 por ciento (335 097 hectómetros cúbicos) del líquido en Ciego de Ávila, según González-Abreu Fernández, en alusión al balance del agua para el 2024.
Con el objetivo de mitigar la sequía hidrológica, a fines de 2023 sesionó el grupo provincial de uso racional y eficiente del agua, y se establecieron 39 medidas, de las cuales algunas aludían a la actualización de los planes de reducción de desastres, a ahorrar más en las entidades de la provincia y combatir ilegalidades referentes a la infraestructura de abasto.
Frente al agravado panorama, la intención es incidir lo menos posible sobre la población, que, por su parte, debe crear conciencia de los perjuicios que conlleva este fenómeno y, a la vez, asumir también que la racionalización del agua tiene carácter imperativo.