Despejar, gota a gota, los caminos del agua

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Despejar, gota a gota, los caminos del agua

Innova, apuesta continuamente por la calidad de los procesos, acumula premios y reconocimientos, participa en tres proyectos internacionales en torno a la protección del medio ambiente, ostenta desde hace 14 años la condición de Vanguardia Nacional, y sus 160 trabajadores, además de laborar en pos del objeto social de la empresa, inciden en las principales problemáticas y necesidades del Consejo Popular avileño Alfredo Gutiérrez Lugones, lugar en el que radica esta entidad.

A riesgo de que estas líneas suenen a elogio excesivo, es justo comenzar con un bosquejo de la Empresa de Aprovechamiento Hidráulico de Ciego de Ávila (EAHCA), una de las más activas y eficientes de su sector en el territorio, dedicada a brindar servicios de planificación, monitoreo, provisión y control de aguas terrestres.

Dichas actividades, si bien engloban las principales líneas de trabajo de la EAHCA, no son las únicas que esta realiza. La empresa también se encarga de emitir dictámenes de lluvia y boletines hidrológicos, caracterizar aguas residuales, garantizar el mantenimiento constructivo de obras hidráulicas y limpiar los canales en las afueras de la ciudad de Ciego de Ávila, explica Berta Margarita Platero Guerra, directora de Gestión Empresarial de la entidad.

Sin embargo, estas no son todas las acciones que hoy desarrollan en la provincia las diferentes entidades del sector. Así lo afirma en conversación con Invasor Edwin González González, delegado del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) en Ciego de Ávila. “Para este año pensamos terminar 34 inversiones de gran magnitud, lo que dejará al territorio en mejores condiciones a la hora de enfrentar fenómenos climáticos adversos, como las sequías”.

Según el directivo, en estos momentos la Empresa Provincial de Acueducto y Alcantarillado realiza un importante cambio de matriz energética, que implica la sustitución de 92 bombas de agua de pequeño caudal, de las cuales ya 37 han sido cambiadas. Los nuevos equipos funcionan con energía solar y representan un necesario adelanto tecnológico, al lograr registrar parámetros como el caudal aportado y las horas de servicio a la población.

En ocasiones, surgen dificultades con el abasto de cemento y con la disponibilidad de fuerza de trabajo, lo que entorpece el progreso de las obras. Aun así, asegura el delegado, se avanza con prioridad en las inversiones destinadas al turismo. “Allí tenemos obras fundamentales como la conductora de Turiguanó a La Bandera, que constituye la solución definitiva al abasto a la cayería norte y no terminará de ejecutarse este año”.

Otras obras todavía se encuentran pendientes, como la planta potabilizadora de Los Perros, en Chambas, un colector para el tratamiento de aguas residuales en la ciudad de Morón, y el traslado de la estación de bombeo de Punta Alegre hacia una locación menos amenazada por las inundaciones y que permita su mantenimiento periódico.

También está el caso de Florencia, el municipio avileño más afectado por la sequía, que todavía espera por una solución que acorte sus ciclos de suministro de agua. De acuerdo con la Delegación Provincial de Recursos Hidráulicos, hoy la población florenciana se abastece gracias a pequeños bolsones de agua subterránea, que se deprimen con la sequía, pero que permiten ahorrar los recursos del embalse Liberación de Florencia, actualmente al 26 por ciento de su capacidad.

Incluso entre carencias y deficiencias visibles, los trabajadores hidráulicos siguen aportando, gota a gota, al esfuerzo de mejorar la vida del pueblo avileño y asegurar un uso más racional de las aguas, como quedó claro recientemente, durante las celebraciones por el aniversario 61 del INRH.

Allí, en medio del otorgamiento de la distinción Armando Mestre a nueve trabajadores del sector, y el reconocimiento a otros también destacados ―incluso con más de una década de labor ininterrumpida―, se constató la “luz larga” que tuvieron los comandantes Fidel Castro y Faustino Pérez, cuando el 10 de agosto de 1962 convirtieron en misión de Estado administrar los recursos hídricos del país.