Allá por los primeros años de este siglo, a un estudiante de Periodismo que cumplía las prácticas de su carrera en Invasor, le invité a que fuera conmigo a un partido de béisbol del campeonato provincial avileño. Ese día, en el estadio Francisco Espinosa de Morón, se medía el potente equipo de Bolivia ante la escuadra local.
En verdad era amplia favorita la representación cunagüera, y en el camino a mi invitado se le ocurrió comentar que el encuentro concluiría por diferencia de más de seis carreras para los bolivianos.
En el acto le dije al chofer que regresara al periódico. “¿Se quedó algo en la redacción?”, fue la reacción del jovencito, a lo que respondí que ya no era necesario ir a ver el juego, si ya sabíamos el resultado del mismo.
Claro que nos reímos, pero cuando cayó el out 27 de aquel partido, no pude evitar comentarle: “Al menos acertaste en una afirmación. La diferencia fue de más de seis carreras. Que lástima que no fuera Bolivia el ganador”.
En esa anécdota pensaba cuando me dispuse a escribir un comentario acerca del play off entre Tigres y Leñadores, en el cruce de cuartos de finales de la 62 Serie Nacional de Béisbol.
No he podido ser testigo ni de un solo comentario que ofrezca alguna posibilidad a los tres veces campeones en el enfrentamiento particular que comenzará el próximo 8 de julio, a las 2:00 de la tarde, en el estadio Julio Antonio Mella.
No dudo que, por lo visto en el calendario regular, es Las Tunas el llamado a salir airoso, no solo ante Ciego de Ávila, sino con cualquiera de los restantes seis conjuntos que intervendrán en la postemporada.
Me sorprende, sin embargo, que ni siquiera se haya sopesado el historial de los Tigres y tampoco se haya echado mano de la socorrida frase “los play off son otra cosa”. No obstante —vuelvo a insistir—, es Las Tunas el equipo de más posibilidades desde el punto de vista de la lógica beisbolera.
Pero llegado al momento, no es como para asombrarse que un conjunto que estuvo inmenso durante 75 encuentros, no sea ni su sombra en una miniserie de siete duelos. Y viceversa. Ejemplos sobran y los lectores lo saben.
Los parciales de los Tigres, por demás, tienen algunos argumentos a los que aferrarse para aspirar a que su equipo pase por encima de los pronósticos. Y uno de ellos, precisamente, es que los representantes de nuestra provincia irán al duelo con poco que perder.
El propio Yorelvis Charles, al arribar el equipo el pasado lunes a Ciego de Ávila, repitió la frase que le dijo a sus muchachos una vez que aseguraron el boleto: “ustedes ya son campeones por lo realizado y seguirán para adelante para demostrar que lo son de espíritu”.
Por último, un detalle que el periodista quiere aportar: es verdad que el pitcheo de Las Tunas fue superior al de los avileños, pero también lo es que tampoco cuenta con un lanzador de esos de “apaga y vamos”. En resumen, y como escuché a un empedernido aficionado avileño: “Los Leñadores no son tan fieros como los pintan”.